Carlos Paz rendida a sus pies
07.01.2012 Por Lucas Cruzado
Florencia aparece allá arriba, en la cornisa de la escalera, casi tocando el techo del escenario y Carlos Paz se rinde a sus pies. Como el año pasado. O el anterior. Es que la ovación habla por sí sola y se repite en el tiempo más allá del menú que la capocómica venga a ofrecerle a su público. Si hasta le festejan los chistes más obvios y ella -espontánea- se da el lujo de corregir en vivo los errores para que la escena salga redonda. Todo transcurre en su nueva casa: el teatro Melos que la flamante mamá de mellizos remozó e inauguró días atrás en la Villa. Esta vez, la excusa para tener de cerca a la hija artística que la Perla Serrana no dudó en adoptar se llama Qué gauchita mi mucama, una entretenida comedia de unos 80 minutos de duración que tiene en Florencia de la V y Emilio Disi a sus dos principales sostenedores.Con una impecable escenografía que simula ser el living de una casa de country, la obra se inmiscuye, aunque de manera muy liviana, en ese universo silencioso donde el poder, el sexo y la prostitución están a la orden del día. Y a esta adinerada familia que la crisis económica golpeó duramente, parece no quedarle otra que recurrir a lo que ellos denominan “sexo para todos”: un combo de despampanantes mujeres que se desviven por pasar un rato entre las sábanas a cambio de dinero.
Con una actuación estelar de Gladys Florimonti que hace de su cuerpo un blanco fácil para las cargadas, y el empuje escénico de Diego Pérez, Gino Renni y Alejandro Müller (que personificó a “Huevo” en Valientes), Qué gauchita mi mucama propone un doble sentido permanente en el que la cuarta pared del teatro desaparece y Florencia saca a relucir su condición de mamá para retar -en plena obra- a un nenito de 2 años que balbuceó y lloró durante toda la función.