Una olvidable comedia veraniega
Gladys Florimonte, la única que se destaca en la obra que encabeza Artaza
Gladys Florimonte, la única que se destaca en la obra que encabeza Artaza
MAR DEL PLATA.-LA NACION
Nito Artaza se subió al escenario para despedirse de él, al menos durante el tiempo que dure su mandato como senador nacional por la provincia de Corrientes. Y para hacerlo eligió dejar de lado la revista y probar suerte con una comedia, Primera dama se busca , que a decir verdad tiene mucho del género que lo ayudó -las décadas pasadas- a resurgir junto a Miguel Angel Cherutti. Es que el espectáculo que escribió Daniel Dátola está repleto de tics de la revista. En el medio de la trama, se cuelan imitaciones (Carlos Menem, Néstor Kirchner, Adrián Suar), aparecen exuberantes mujeres, hay diálogos que más se parecen a monólogos con chistes que hacen referencia a la actualidad política, la aparición de los distintos personajes dan pie a pequeños sketches que bien podrían ser presentados como cuadros por separado y la mayoría de los personajes le habla al público para buscar complicidad o apoyar los remates de sus intervenciones.
José de Laferrere (Nito Artaza), que es candidato a presidente, debe recomponer su imagen rápidamente ya que su mujer lo dejó tras descubrirlo con una amante (María Eugenia Ritó). Su amigo y asesor de imagen, Andrés (Carlos Perciavalle) le recomienda hacer un casting para encontrar a la candidata ideal. Ese es el pie para que desfile el resto de los personajes: una improbable periodista que compone Adabel Guerrero (eso sí, bellísima); el cameraman gay que trae -otra vez- Fabián Gianola; Omar Vitullo, que reemplazó como pudo a Mario Sapag (tuvo una arritmia) en el papel del presidente Iribarne; y, sin dudas, la más efectiva de todos, Gladys Florimonte que subió a escena a una casi ciega y destartalada madama.
José de Laferrere (Nito Artaza), que es candidato a presidente, debe recomponer su imagen rápidamente ya que su mujer lo dejó tras descubrirlo con una amante (María Eugenia Ritó). Su amigo y asesor de imagen, Andrés (Carlos Perciavalle) le recomienda hacer un casting para encontrar a la candidata ideal. Ese es el pie para que desfile el resto de los personajes: una improbable periodista que compone Adabel Guerrero (eso sí, bellísima); el cameraman gay que trae -otra vez- Fabián Gianola; Omar Vitullo, que reemplazó como pudo a Mario Sapag (tuvo una arritmia) en el papel del presidente Iribarne; y, sin dudas, la más efectiva de todos, Gladys Florimonte que subió a escena a una casi ciega y destartalada madama.
A lo largo de la hora y cuarenta minutos hay contadísimos momentos de hilaridad (otra vez, gracias a Florimonte). Artaza y Perciavalle, la verdadera base de esta propuesta, están perdidos; recurren demasiado a esos ases en la manga que ya se han convertido en sus sellos distintivos, pero que también dejan de deparar sorpresas. Sus personajes son planos y están deslucidos
No hay comentarios:
Publicar un comentario