Por Celina Alberto 04/02/2012 21:26
Ni fea ni perezosa, Gladys Florimonte se define como una laburante que "no le hace asco a nada", que si le pidieran que se desnude en el escenario lo haría con la misma alegría con la que se convierte en Zulma o en Raquel, su personaje en Qué gauchita mi mucama, la comedia en la que comparte cartel con Florencia de la V, Emilio Disi, Gino Renni y varios más.
Esta vez hace de dueña de casa, de aglutinante de los enredos y contrapunto para los capocómicos. "Sirvo para los remates y me hacen rematar a mí también. Florencia y Emilio son muy generosos conmigo, me dejan lucirme y es un ida y vuelta. Nos divertimos muchísimo arriba del escenario", cuenta, sentada en el sillón de la peluquería, mirándose de frente.
–¿Cómo sos de mal humor?
–Cuando algo me deja de malhumor mando a la mierda a todo el mundo. Soy polvorita. Cuando me enojo, me enojo mucho y feo. La última vez fue en octubre, pero después se me pasa, no soy rencorosa ni loquita. Sé comprender y está bien. Hay que buscarle la vuelta.
–¿Te molesta que todavía te definan como una ex Tinelli?
–Estar con Tinelli me sirvió muchísimo, me dio una fuerza impresionante a mi nombre. Me hice masiva, aparte la posibilidad de tener mi vivienda, el auto, si quiero viajar puedo hacerlo. Pero hay que sostenerlo, tengo con qué. Marcelo te da eso y estoy agradecida, es San Cayetano también.
–¿Tuvo algún precio esa popularidad?
–Una vez me tocó hacer temporada en Mar del Plata, y en la presentación había actores de varias obras. Un fotógrafo quiso hacernos una foto juntos y escuché que uno decía, 'no, con estos no que son los que están con Tinelli'. Esa persona no sabe que tengo una trayectoria en teatro. Me quedé pensando en esto. Es una boludez. Como que si sos de otro lado no te podés juntar. Me pasa que me costó entrar a trabajar en la ficción por estar con Tinelli. Se consideraba que no podía hacer Mujeres asesinas por ejemplo. A veces es contraproducente, pero no me importa. No necesito de ellos tampoco.
–¿No renegás de ser mediática entonces?
–Hay mediáticos que son talentosos, muchos han podido mostrarse a través de la mediatización. Otros son cachivaches, es así, todo mezclado y no me parece mal que esté mezclado. Creo que hay lugar para todos. Están las estrellas, los que perduran y los que no. Depende del talento de cada uno. Yo la remé durante 20 años y recién ahora tengo esto. Está todo bien, por qué no. Cada uno hace su camino. Si llegué a tener lo que tengo, por algo es. Son los tiempos de cada uno.
–¿Qué significó en tu carrera hacer Zulma?
–Con Zulma llegué a donde no me imaginaba, gente humilde, de la mayor humildad, que se acercan a saludarme, tocarme, que viajan de lejos para verte saludarte. No discrimino a nadie, ni digo que con alguien no voy a trabajar porque viene de otro lado.
–¿Y discriminás a la hora de elegir trabajos?
–Me gusta probar todo, si me tengo que desnudar arriba del escenario lo hago, me gusta probar, todo el tiempo, hacer personajes dramáticos, humor, todo. Soy actriz y me gusta hacer personajes. Ahora estoy aprendiendo a tocar el órgano, y aparecerá en algún personaje, en mis monólogos que hago para fiestas. Soy una laburante. No le hago asco a nada, cero historia con el trabajo.
Para verlaGladis Florimonte está en Qué gauchita mi mucama, la obra que encabezan Flor de la V y Emilio Disi. En el Teatro Melos, Alberdi 50, de martes a domingos en dos funciones, a las 22 y 00. Entradas por Autoentrada y Edén.
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