Por Rodrigo Rojas
La playa embrujada: comentario de la obra "Los bañeros se divierten" ¿ver o no ver?
Los bañeros se divierten salta del cine al teatro de verano con una pieza que apuesta al humor, la picardía, las curvas y los efectos especiales.
Luego de cuatro películas populares y exitosas, la saga de Los bañeros llegó con su adaptación teatral a Villa Carlos Paz.
Con un elenco renovado casi por completo (Mariano Iúdica y Pablo Granados son los sobrevivientes del cine), la pieza vuelve a apostar al humor popular con destellos picarescos y las infaltables curvas como atractivo secundario.
En Los bañeros se divierten la apuesta parece estar clara: un elenco con nombres rutilantes y una apuesta escenográfica que pretende ganar la pulseada en una plaza teatral que a partir de la maquinaria hidráulica de Stravaganza demanda una fuerte inversión para quien quiera destacarse.
Por el lado del elenco, en Los bañeros se divierten los nombres se mezclan como los cuadros de la trama, que se desarrolla en una playa embrujada.
Dejando la “niñez” a un lado, Loly Antoniale encarna con su imponente figura a una malvada vampira que pretende conquistar el lugar al que los tres bañeros llegan para trabajar. Difícil tarea la de los tres salvavidas, quienes más allá de proteger el lugar sostienen con sus ocurrencias, su energía, su calidad humorística y todo tipo de recursos válidos un guion que se presenta como el punto flaco del espectáculo.
Mariano Iúdica es una topadora verbal; Waldo Navia, con su tono de voz que recuerda a la gran China Zorrilla, pone el condimento de inocencia, mientras que Pablo Granados se desdobla en funciones para mantener alta la cuota humorística.
Flavia Palmiero, nueva propietaria del lugar en la historia, forma una dupla efectiva con el todoterreno Matías Alé, y ambos al fin y al cabo logran su cometido: que la platea haga fuerza por el encuentro amoroso de ambos.
Como asistente de la malvada de turno, Galdys Florimonte vuelve a la Carlos Paz con uno de esos hermosísimos personajes en los que hace de fea. Florimonte da cátedra de actuación y la platea enrojece las palmas y las gargantas a pura carcajada con sus ocurrencias.
La dosis de belleza llega en los cuerpos de Vanina Escudero y Claudia Ciardone, quienes en papeles secundarios acompañan la trama con buen timing. Cerrando la línea actoral, buen destaque para un cuerpo de baile que propone excelentes cuadros de danza y destrezas aéreas en cada cambio de escenografía.
Como marco de todo lo que ocurre sobre las tablas, la apuesta escenográfica y audiovisual se vuelve importante en un producto que promete tanta diversión como sorpresa. La escenografía tradicional se potencia con pantallas, mapping, intervenciones holográficas y efectos especiales. Y si bien nadie pensará que está en los Disney Hollywood Studios, vale la pena el esfuerzo por darle al público que paga la entrada algo más que esfuerzo y dedicación.
Los bañeros se divierten
Con Mariano Iúdica, Mariana Antoniale, Pablo Granados, Flavia Palmiero, Gladys Florimonte, Matias Alé, Alvaro Navia, Vanina Escudero y Claudia Ciardone. En el Teatro del Lago (Belgrano 81). Funciones de martes a domingos, a las 22 (viernes y sábados segunda función a las 23.59). Entradas desde $ 215 a $ 365. En edenentradas.com y en los puntos de venta de Disquería Edén, Patio Olmos, Locuras, Nueva Terminal de Ómnmibus, Paseo Rivera Indarte y boleterías del Teatro del Lago.
http://vos.lavoz.com.ar/verano/la-playa-embrujada-comentario-de-la-obra-los-baneros-se-divierten-ver-o-no-ver
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