FLORIMONTE no te hagas la viva que voy y te doy dijo CASTAÑA

Camisa entreabierta, cadenitas de oro en el cuello y en las muñecas, pantalón y saco negro, y bufanda blanca. Con ese look subió Cacho Castaña al escenario y de entrada interactuó con el público, siempre con picardía. "Qué noche vamos a tener, dejémonos de joder", fue una de las primeras respuestas. Apenas terminó de cantar "Ha vuelto el matador", saludó a su gente y confesó que estaba feliz de visitar a la provincia de la que fue su primera novia. Más de una se adjudicó la mención

Y como si las ocurrencias de las mujeres de la tribuna no bastaran, apareció una admiradora por excelencia: Zulma (el personaje que interpreta Gladys Florimonti). Ella contó que habían estado juntos en el camarín y por ello le reclamaba que "la blanquee". "No hicimos nada", se defendía Cacho, y los gestos de Zulma eran PM18. "Te quiero comer la boca" le decía ella y él se negaba. Chiste va, chiste viene, Zulma le robó un beso. Pareciera que dejaron de actuar y le salió de adentro el Cacho que todos conocemos. "Hacete la viva, ya te voy a agarrar en el camarín", dijo él entre risas pícaras y ella se fue burlándose de las fans del músico.

Perro callejero si los hay. A Cacho no se le escapa una. Contestó cada una de las declaraciones de las mujeres y retrucó a cada hombre que vociferó algún halago. Siempre, él, quedando bien parado y sus ojitos achinados denotando sagacidad.

Claro que puede. Puede cantar y emocionarse, transmitir, compenetrarse con su público. Inclusive puede menear las caderas y largar miradas seductoras para cultivar su fama de ganador
http://www.losandes.com.ar/notas/2012/8/24/segundo-cacho-662843.asp