Gladys Florimonte: La actriz que se hace la fea

FLORIMONTE de civil rubia y lacia.

Fue Zulma de Tinelli, una enamorada del conductor. Y ahora es Gladys Reyes, la hermana de Flor de la V en “La pelu” (Telefe).

UNA FANÁTICA DE LA CARACTERIZACIÓN

12.08.2012 | Por Pablo Saracino Especial para Clarín

Gladys Florimonte es una actriz a la que le gusta caricaturizarse. Cuando interpreta un personaje, no le basta con actuarlo, necesita vestirlo, llevar su pelo, sus ojeras, sus facciones, y exagerarlo. Sus éxitos televisivos tuvieron siempre un denominador común del que no reniega: la fealdad. Una característica que, reconoce, aprovechó muy bien para darse algunos gustos con total impunidad: “Sí, fea, pero ninguna boluda . Yo me transé a todos los galanes, a Pablito Echarri, a (Sebastián) Estevanez, a todos. La primera que le comió la boca en vivo a Marcelo Tinelli fui yo”, se enorgullece, la ex Zulma de Tinelli que iba de visita a ShowMatch.
Florimonte interpreta actualmente a Gladys Reyes, la hermana de Flor (Florencia de la V) en La pelu (lunes a viernes a las 12, por Telefe), y es con este personaje que se da el gustito de acosar a todos los galanes que visitan frecuentemente la peluquería en la que se desempeña como manicura. “El personaje me lo propuso Florencia en Carlos Paz el verano pasado, cuando compartimos elenco en la obra Qué gauchita mi mucama . Dada la química que teníamos, ella consideró que podía ser su partener y me convocó también para estar con ella en la televisión”, recuerda la actriz que ya es un clásico de la temporada cordobesa.
Para definirse no usa la palabra “comediante”, sino “actriz”. Hay una faceta dramática en Gladys Florimonte que no es tan conocida, porque sólo desarrolló en teatro, pero que existe y, dice, también le gusta. En televisión, en cambio, se la asocia directamente al humor y a ciertos personajes que explotaron la comicidad desde la exageración de ciertos rasgos. A la hora de hacer reír, Florimonte elige ridiculizarse, afearse. “Cuando termino de actuar, me saco la peluca, los demás elementos y soy otra persona. A muchas mujeres lo único que les importa es salir divinas, lindas y que las reconozcan por la calle. A mí me gusta que me reconozcan por mi trabajo”, sentencia.
En épocas en que chicas de 20 años se operan para triunfar en televisión, vos elegís afearte.
La verdad es que en pibas de 20 años no comparto eso. Pero a determinada edad, de los 35 en adelante, creo que no está mal un toquecito de bótox . Yo también me los hago. Pero a la cirugía no llegué y no pienso llegar. El otro día estuve a punto de operarme la nariz por un problemita respiratorio, pero después pensé y dije: “¡Voy a quedar linda! No, mejor no, que no me van a dar más trabajo”. Y no me operé.
¿En la intimidad te preocupás mucho por la imagen?
¡Totalmente! Me encanta arreglarme, vivo pensando en eso. Ahora no estoy haciendo training ni nada, porque estoy a full y no tengo tiempo. Pero hice. También hice patín y jugué mucho al tenis cuando era pendeja . Pero tengo un lomazo, y sé lo que me queda bien y lo que no. Pero te juro, si me hago la nariz, quedo como, qué se yo… ¡Como Carina Zampini! (se ríe).
¿Y por qué al actuar siempre elegiste caracterizarte, afear a tus personajes?
La caracterización es lo que a mí me va. Yo no puedo subirme a un escenario si no estoy dentro de un personaje. Tengo que tener otro pelo, otra mirada, otra manera de caminar. Para mí, un personaje es eso, y cuando me caracterizo me siento el personaje. Para actuar, necesito romper mi imagen.
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