Ayer la actriz Gladys Florimonte irrumpió con las cámaras de "Intrusos" en el camarín de Carlos Perciavalle que estaba semidesnudo para mostrar las comodidades y privilegios que goza el artista mientras ella se cambia detrás de los telones en un camarín improvisado al fondo del escenario.
Si bien el estreno de "La guerra de los Roses" con Adrián Suar y Carla Peterson en el Teatro Maipo es uno de los estrenos teatrales más esperados del año, la real "guerra de Perciavalle y Florimonte" que nació en el Teatro Maipo Kabaret día a día cobra más atención y protagonismo por parte de ambos que dicen en escena y frente a las cámaras: "Nos queremos mucho y acá no pasa nada".
Pero en realidad del telón para adentro de "Vote Maipo Kabaret... Perciavalle al gobierno... Florimonte al poder" -que se estrenó el pasado jueves- pasan muchísimas cosas.
La guerra de Percivalle y Florimonte que ambos como sus representantes desmienten a cuanto periodista se les cruce en el camino, pero que no es ajena a los integrantes del espectáculo, técnicos como personal del teatro Maipo, ayer sábado estalló y llegó a ser vista por periodistas y captadas por las cámaras del programa "Intrusos".
Cada noche que pasa se suma un nuevo elemento a lo que dio en llamarse "La guerra de Perciavalle y Florimonte".
A Perciavalle le molesta hablar del tema y con cara de pocos amigos desmiente rotundamente una realidad, que Gladys anoche empezó a develar.
Si bien todo empezó con el problema de cartel para ver quien de los dos encabezaba primero, seguido con la negativa de hacer algo juntos en el escenario y de evitar hacer notas compartidas, ahora surgió un nuevo problema que para muchos ya es parte de un grotesco más que de un espectáculo que homenajea al café concert.
La noche del debut mientras Carlos Perciavalle aclaraba que no había problemas con Gladys Florimonte, la actriz horas antes había decidido abandonar el camarín que le dieron para compartir con el actor y se instaló al fondo del escenario entre los telones y las bambalinas, mientras que el apodado "Rey del café concert" se quedó en un amplio camarín con baño privado y no se inmutó con la deserción de su compañera de rubro.
Florimonte esperó una solución por parte de la producción. Espero un poco menos de 48 horas, hasta que el pasado sábado, minutos antes de la primera función, Gladys estalló y sin preocuparse que había un equipo de Intrusos en el escenario a viva voz hizo saber su descontento e incluso ingresó con una cámara al camarín de Carlos Perciavalle -ante el asombro del artista que estaba semidesnudo- para mostrar las comodidades que tenía la estrella masculina del show comparadas con las que tenía ella.
Pero más allá del enojo de Gladys porque no tiene un camarín propio con baño privado, su bronca va en aumento ya que el sábado -antes de mostrarse muy enojada frente a las cámaras de Intrusos- la producción del espectáculo le pidió cortar parte de uno de sus monólogos y la actriz dijo: "La ley debe ser pareja para todos...Si yo cortó parte de mi show, que Carlitos Perciavalle también corte parte de su show".
Muchos dicen que Nito Artaza podría poner paños fríos a esta situación. Pero desde la función de pre-estreno que Artaza no volvió al teatro Maipo; según algunos no lo hará hasta que la íntima amiga de Perciavalle, la cantante y actriz Cecilia Milone vaya a ver el show.
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